Alfonso Reyes contesta a Huidobro y le dice que fuera de ese libro infantil que él conoce, no ha escrito nada más. Solo tiene unos 4 libros sin terminar que le mandará por correo. Le cuenta que él siempre ha sufrido por venir de una familia política. Cuando pudo huir de eso y se fue a París, llegó la guerra y ha tenido que correr de un lado para otro. Le dice que está "en la edad en que desisitimos ...

Alfonso le dice a Huidobro que no es tan "Rinoceronte" y que le escribió una nota desde Burgos. Acaba de llegar y tiene mucho trabajo. Le pide que lo busque por las tardes para evitarle viajes "ociosos". Le dice que llame al Salamanca 668. Así podrán fija

Alfonso Reyes tenía la esperanza de ver a Huidobro en Madrid, después de recibir su libro futurista y sus cartas. Le pregunta si es verdad que vuelven a Chile y desea buena suerte.

Le gustaría irlo a ver pero está trabajando mucho en la Guía del Estudiante. Le aclara el por qué no fueron a cenar con ellos: tuvieron que despedir a la antigua "criada" y tomaron a otra. No se atrevieron a dejar al niño con ella.

Gabriel le escribe a Huidobro una carta muy triste. Se siente muy abandonado y quiere regresar a Nicaragua. Le dice que lo recuerde, y a las pocas líneas le dice que lo olvide: "cuestión de temperamento... ¿Cuál de los dos vale? Que me olvide, ¿que no me ol

Le invita a escrbir una pequeña biografìa para publicar en el Herald-Tribune, con este fin se le cita a una reuniòn.

Gabriel le dice a Huidobro que la carta es corta porque no se siente muy bien. Cuando llegue a Nicaragua espera tener noticias de ellos. Saludos.

El firmante está decepcionado porque Huidobro no le respondió su larga carta. En esta le pide que lo vaya a ver, y que le avise día y hora. Por si Huidobro se decidiera a escribirle le entrega su dirección. Él no necesita ayuda material, sino consejos y e

Le pide que lo pase a ver esa tarde entre 15:00 y 16:00 horas. Tiene un asunto muy importante que está seguro que le interesará.

En esta carta le entrega el pésame por la muerte del abuelo del poeta. "Tengo también, para el alma de ese viejecito santo y sabio que se llamó Rafael Fernández Concha, una plegaria".