Thesoro (sic) de la iglesia

Abstract

Pintura en la cual se observa al centro del cuadro un altar donde se encuentra una figura alegórica representada por una mujer de abundante cabellera rizada y suelta, vestida de blanco, sentada sobre un escabel que mira (sobre su hombro derecho) hacia el cielo. Tiene el brazo derecho levantado recibiendo un cordón con cinco ramales, en su izquierda, un tondo con la heráldica franciscana. El frontal del altar tiene en su centro, enmarcado en un cuadrado, titulado el Thesoro (sic) de la Iglesia, un resplandor sobre fondo negro con la escena de la Crucifixión. En el borde superior del altar hay una cita en latín de “I Pet I ca 3”: Perfecte sperate in (…) offertur nobis Gratiam”. A los pies del altar es visible la parte superior de un escudo papal (sólo se ve la parte superior de lo que pudiera ser un león rampante cruzado por una banda) que puede corresponder a: Paulo II o Sixto V. En la base del cuadro, cinco figuras destacadas dentro de una multitud. En primer plano, a la izquierda del espectador, un Papa coronado con tiara, alba, pluvial marrón y guantes rojos, sosteniendo en su diestra un cordón. A la derecha, la figura de rodillas de un emperador con corona, capa regia roja, muceta de armiño y el gran collar del toisón de oro. Con su diestra recibe un cordón, en tanto, en la mano izquierda, sostiene un cetro de oro. Detrás del Papa un cardenal con capelo y un obispo mitrado. Detrás del emperador, un rey con capa ocre, muceta de armiño y un cordón en su mano izquierda. En la parte superior del cuadro, al centro, sobre la alegoría, la conspicua figura de pie sobre una nube de San Francisco de Asís en actitud de entregar cordones. Lo rodean seis ángeles, portadores a su vez de cordones. Destaca aquel de la derecha del espectador que está rescatando a un grupo de almas benditas del Purgatorio. Flanqueando la figura de San Francisco ocho santos de medio cuerpo sobre nubes, cuatro a cada lado. A la izquierda, de arriba abajo, identificados por sus nombres: San Buenaventura, San Bernardino de Siena, San Diego de Alcalá y el Beato Antonio de Stroncónio. A la derecha, sucesivamente, San Antonio de Padua, San Luis obispo, Santa Clara y San Pascual Bailón.