Benjamín es un corredor de 100 metros planos que reparte su tiempo entre el estadio donde entrena y la pieza que arrienda en una casona. La soledad es parte esencial de su vida, y la enfrenta de la misma forma que a una carrera: en su carril y sin mirar a los lados. Pero una tarde conoce a la nueva arrendataria, Laura, con quien iniciará una acelerada relación.

Ramón (25) es un buzo de profesión, que vive en la costa con su hermano menor Bastián (13). Como todos los años, Bastián llega a visitarlo para cumplir una tradición: coleccionar rapalas hundidas bajo el mar para conmemorar la memoria de su hermano muerto. Sin embargo, este año Ramón ya no quiere realizar la tradición.

Yermén (35) es baja y delgada como una lagartija, y en su boca las malas palabras se atropellan. Acude a un casting de cirugías plásticas televisadas, en busca de una vaginoplastía con la ilusión de dejar la población, el fono tarot en que trabaja, y una identidad que no le corresponde.

Samanta (12), una niña rehabilitada de las drogas vive junto a Profeto (45), un inmigrante peruano que la adopta como su hija. Una noche, Samanta se entera de que la mujer e hija de Profeto llegaron a Chile a instalarse. Los días después de la llegada, Samanta comenzará a hacer actos autodestructivos para llamar la atención de Profeto, y no perder su hogar.

Jaime, ermitaño por voluntad propia, invita a su antigua familia a ver un eclipse en su casa enclavada en la montaña. Lentamente las tensiones iniciales del grupo se van desvaneciendo para alcanzar el momento más transparente en medio de la oscuridad del eclipse.

Se aproxima la noche de San Juan y la comunidad de Lawan prepara una gran celebración, pero Cheo (11) no disfruta con la idea. El regreso para las fiestas de Manquel (40), su padre maltratador, desagrada a Cheo. Por este motivo, le pide a la Virgen que su padre muera. Manquel participa en las celebraciones y tras beber en exceso agrede a su madre y a su hermana. Cheo, furioso desea vengarse, pero ...